Wilt by Tom Sharpe
My rating: 3 of 5 stars
Esta comedia absurda y desternillante está muy bien construida, con ingeniosos juegos de palabras e imágenes para enlazar episodios y personajes en muy diferentes lugares y situaciones. No es totalmente implausible porque — con la excepción de la pareja estadounidense Pringsheim — todos los personajes son banalmente normales, y las cosas absurdas y exageradas que hacen son respuestas inadecuadas y confusas a situaciones que se escapan de la normalidad que ellos conocen. El protagonista Henry Wilt es un fantasioso muy manso — hasta su sorprendente triunfo final— pero muy inteligente, que se mete en un tremendo lío por culpa de sus fantasías (se imagina asesinando a su esposa, y hace una simulación con una muñeca de plástico) pero al final usa su capacidad de fantasía para salvarse. La sátira de las ansiedades de la clase media inglesa en los años 1970 es un poco desfasada, quizás, pero reconocible, especialmente para nosotros que tenemos edad para recordar algunas de las manías de esa época.
View all my reviews
me leo todo — no me salto / ni los avisos económicos… — Nicanor Parra, "El Premio Nóbel [de Lectura]"
23 abril 2016
12 abril 2016
Una revolución perdida, vidas desorientadas
El fin del «Homo sovieticus» by Svetlana Alexievich
My rating: 4 of 5 stars
Imprescindible colección de historias orales, sobre las muchas maneras en que la desaparición de la Unión soviética ha cambiado la vida de rusos, bielorrusos, tayikos, azeris, chechenos, armenios et al. Alexiévich no ofrece casi análisis, sino muchísima simpatía, que le ha permitido captar los dolores, y algunas aspiraciones, de hombres y mujeres — especialmente mujeres — de todas las edades y orígenes. Incluyen recuerdos de horrores en la época de Stalin, mezclados con otros recuerdos de esa época como la mejor de sus vidas, y los grandes cambios de actitud y de ambiciones de las nuevas generaciones — la pérdida de toda noción de solidaridad, para muchos pero no todos los jóvenes. Las descripciones de las guerras, atropellos e injusticias entre las diversas etnias — entre ellas, Alexiévich pasa mucho tiempo con unos tayikos superexplotados mientras tratan de sobrevivir en Moscú — son especialmente impresionante. Los últimos testimonios tratan de los horrores del último régimen "stalinista" que pervive en lo que era la URSS, la brutal dictadura de Lukashenko en la patria de la autora, Bielorrusia. Ahora nos toca a otros, a tomar estas historias para tratar de comprender dónde y cómo las brillantes aspiraciones de la revolución de octubre fallaron tan terriblemente.
View all my reviews
My rating: 4 of 5 stars
Imprescindible colección de historias orales, sobre las muchas maneras en que la desaparición de la Unión soviética ha cambiado la vida de rusos, bielorrusos, tayikos, azeris, chechenos, armenios et al. Alexiévich no ofrece casi análisis, sino muchísima simpatía, que le ha permitido captar los dolores, y algunas aspiraciones, de hombres y mujeres — especialmente mujeres — de todas las edades y orígenes. Incluyen recuerdos de horrores en la época de Stalin, mezclados con otros recuerdos de esa época como la mejor de sus vidas, y los grandes cambios de actitud y de ambiciones de las nuevas generaciones — la pérdida de toda noción de solidaridad, para muchos pero no todos los jóvenes. Las descripciones de las guerras, atropellos e injusticias entre las diversas etnias — entre ellas, Alexiévich pasa mucho tiempo con unos tayikos superexplotados mientras tratan de sobrevivir en Moscú — son especialmente impresionante. Los últimos testimonios tratan de los horrores del último régimen "stalinista" que pervive en lo que era la URSS, la brutal dictadura de Lukashenko en la patria de la autora, Bielorrusia. Ahora nos toca a otros, a tomar estas historias para tratar de comprender dónde y cómo las brillantes aspiraciones de la revolución de octubre fallaron tan terriblemente.
View all my reviews
02 abril 2016
Un mayor de la tribu
Geoffrey, cuando era joven y guapo |
Mañana cumpliré 15 lustros, y para todos los que envejecen, os ofrezco estos pensamientos.
Hace cinco años, cuando llegué a
los 70, celebré mi nueva condición de mayor de la tribu con una nota para
aceptar las responsabilidades. Hoy que cumplo un lustro más, me toca rendir
cuentas a la tribu, la que se llama humanidad, y reafirmar mi compromiso con
ella.
Como todos
sabemos, la principal responsabilidad de las personas mayores es orientar a los
más jóvenes de la tribu. No dirigir ni mandar, sino prestarles nuestra mayor
experiencia y sabiduría, que son dos cosas diferentes.
La experiencia vale
si el haber vivido situaciones muy diversas nos da una idea acertada de cómo
enfrentar una nueva — si no, no. Porque para juzgar si una respuesta es la
adecuada, hace falta una cosa muy diferente, la sabiduría.
Por sabiduría entendemos
una manera de pensar, más pausada pero más consistente, que se desarrolla
independientemente de la diversidad de experiencias y que nos permite reunir y
evaluar la información. La produce un cambio fisiológico e inevitable, en todos
los seres humanos, cada vez más notable después de los 40 o 50 años y llegando
a su plena madurez mucho más tarde. Simplificando mucho, el hemisferio cerebral
izquierdo, que capta nueva información, aunque sigue funcionando (en el mejor
de los casos), cede protagonismo al hemisferio izquierdo, cuyo tejido de
neuronas es cada vez más denso, y que funciona para convirtir lo aprehendido —
lo captado — en lo aprendido, es decir, información usable.
Entonces yo, celebrando
y aprovechando esta nueva configuración cerebral, en este pasado lustro he
procurado cumplir una parte de mis obligaciones para con todos vosotros. Es
algo que cada persona mayor tiene que hacer a su manera. La mía ha sido dejar
escritos más historias y análisis, para estimular cerebros ajenos en ambos
hemisferios. Pero todavía me falta mucho de lo que me he propuesto para apoyar
y sugerir cómo responder a las cosas que nos pasan — tendré trabajo para algunos
lustros más.
Aquí puedes leer la versión más elaborada de estas ideas que escribí (en inglés) hace 5 años: Becoming an elder
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Seguidores
Archivo del blog
-
►
2015
(17)
- ► septiembre (1)
-
►
2013
(19)
- ► septiembre (1)
-
►
2012
(29)
- ► septiembre (1)
-
►
2011
(23)
- ► septiembre (1)
-
►
2010
(32)
- ► septiembre (1)
-
►
2008
(21)
- ► septiembre (1)
-
►
2007
(70)
- ► septiembre (3)
-
►
2006
(58)
- ► septiembre (3)
Datos personales
- Geoffrey Fox
- Geoffrey Fox's short story collection Welcome to My Contri (1988, enlarged e-book 2010) was described by The New York Times Book Review as a "short and impressive work" in which "Mr. Fox [...] has created a memorable set of players who, while not natural antagonists (they often share the same dreams and goals), are still somehow bent on confrontation. Watching their sometimes vicious, often darkly humorous interactions leaves us thoroughly wrung out and aware that we are in the presence of a formidable new writer". Novels: A Gift for the Sultan (2010), Rabble! (2022) His articles, op-eds and book reviews have appeared in The Nation, The New York Times, the Village Voice and other publications. Since 2008, Fox has been living with his partner, architect Susana Torre, on the edge of the Mediterranean in the village of Carboneras in Andalusia, Spain, where his short stories (in Spanish) under the pen name "Baltasar Lotroyo" ("el otro yo" = alter ego in Spanish) have appeared in anthologies and online publications.