My rating: 4 of 5 stars
Un esbozo sociológico de Barcelona, en una trama complicada donde se interesecan vidas de diversos mundos sociales que normalmente no se tocan. La historia que los une es un complot truculento ideado por unos ricachos para preservar su patrimonio a toda costa, un complot absurdamente complicado e inverosímil elaborado a través de escenas urbanas simples y convincentes. Hay personajes más o menos olvidables, como Olvido, la juez que después de su primera presentación ostentosa casi se desaparece de la historia. Otros que están solamente para mostrarnos otra faceta de la vida urbana, aunque aportan poco a la historia, como los periodistas que pasan el tiempo gastando bromas, o el abogado más o menos honrado que ha perdido toda fe en la ley, o el médico experto en curar que se encuentra tan cansado y aburrido de su rutina que contempla matar, el ex-campeón de boxeo que de repente descubre otra vida de arte, libros y lujo, y otros, cada uno representativo de algún tipo social urbano. El personaje central, sin embargo, es una figura fantasiosa, un bofia que difícilmente podría corresponder a ningún policía de verdad, tan peculiar en sus hábitos, tan desaliñado que repugna a todos que lo encuentran, y tan viejo que apenas puede correr, pero sin embargo tan astuto como Sherlock Holmes: el inspector Méndez. Es éste que resume la actitud del autor en toda la novela cuando dice,
Yo creo en cuatro cosas malolientes y angélicas: una ciudad, unas calles, una cierta cultura urbana, una cierta lógica de la noche. (pág. 224)
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