15 julio 2009

Santiago: Malls y metro


Desplazarse por Santiago puede ser un gran problema. La gran mayoría de los viajes se realizan en omnibuses o "micros" que cruzan de una zona residencial a a otra en el extremo opuesto del área metropolitana, siempre pasando por el centro -- pero pueden tardar horas y no llegan a todas partes, así que el modo preferido de transporte es el coche privado. "Con excepción de la Alameda, las demás calles del centro son cañones angostos, cuyos bordes son edificios de frente continuo de más de seis pisos. Aquellas con orientación norte-sur son normales a las brisas predominantes por lo que al nivel de vereda los gases de los escapes se concentran en forma alarmante," escribe Carlos Krug. Esto y la congestión de tráfico hacen que, a diferencia de otras grandes ciudades latinoamericanas, el centro no sea una zona deseable para vivir y que esté abandonado por las clases medias.

Así que la expansión del Metro de Santiago ha sido importantísimo. La idea se remonta a 1944, el proyecto y primeras obras a 1968-69 (durante la presidencia de Eduardo Frei Montalva), pero la inauguración no llegó hasta 1975 (Augusto Pinochet), y ha habido una gran extensión con nuevas líneas bajo los gobiernos de la concertación. Y el gobierno actual de Michelle Bachelet sigue invirtiendo para mejorarlo. Inversión pública en el Metro

Otro nuevo elemento del ambiente construido ha sido la proliferación de los malls, que en Chile pueden tener características singulares, complejos que sirven para mucho más que el consumo de lujo, de acuerdo al estudio de Cáceres et al. citado abajo.

"Durante los años noventa la inversión de los malls era de una magnitud tan considerable para la precariedad del capitalismo nacional, que para garantizar su éxito, se requería del consumo de la mayor cantidad de habitantes posible, independientemente de su nivel socioeconómico. Al igual que otros productos, un mall exclusivamente orientado a los segmentos de más capacidad de compra estaba destinado al fracaso… Desconocemos la existencia de otro shopping center que a excepción de Plaza Vespucio posea un centro de formación técnica, una sala de arte, una biblioteca pública y una sala para recitales de música."


Así que podemos tomar el Metro para visitar malls en muy diversas zonas de esta gran ciudad.

CACERES, Gonzalo; SABATINI, Francisco; SALCEDO, Rodrigo y BLONDA, Laura. Malls en Santiago: luces y claroscuros. ARQ (Santiago) [online]. 2006, n.62 [citado 2009-07-15], pp. 48-53. ISSN 0717-6996.

Krug Díaz, Carlos A. "El transporte urbano y sus alternativas para Santiago de Chile." Urbano 6.7 (2003): 20-23.

Mapa de la red del Metro de Santiago

(//) Haciendo Via // FerroBlog: Trenes de Chile

Historia y desarrollo del Metro de Santiago - Wikipedia, la enciclopedia libre


Foto del Metro de Fotolog.com
Foto del mall de Plaza Vespucio de Los manicomios

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Geoffrey Fox's short story collection Welcome to My Contri (1988, enlarged e-book 2010) was described by The New York Times Book Review as a "short and impressive work" in which "Mr. Fox [...] has created a memorable set of players who, while not natural antagonists (they often share the same dreams and goals), are still somehow bent on confrontation. Watching their sometimes vicious, often darkly humorous interactions leaves us thoroughly wrung out and aware that we are in the presence of a formidable new writer". Novels: A Gift for the Sultan (2010), Rabble! (2022) His articles, op-eds and book reviews have appeared in The Nation, The New York Times, the Village Voice and other publications. Since 2008, Fox has been living with his partner, architect Susana Torre, on the edge of the Mediterranean in the village of Carboneras in Andalusia, Spain, where his short stories (in Spanish) under the pen name "Baltasar Lotroyo" ("el otro yo" = alter ego in Spanish) have appeared in anthologies and online publications.