Así rezaban muchas de las pancartas y las consignas en los sombrerotes de paja y los lazos con el tricolor que vestía la gente la noche del 15 de septiembre, víspera del aniversario del Grito de Dolores. Les contaré en una próxima entrega más detalles sobre la fiesta y como la vivimos, y como logramos salvarnos de la espuma de afeitar que los muchachos echaban a los incautos.
Claro, nuestra misión en esta visita ha sido ver e investigar para nuestro libro sobre la arquitectura y el urbanismo en América Latina, especialmente la arquitectura "moderna". (En la foto: un ex-convento del siglo XVI en Oaxtepec se ve detrás de una moderna cancha de fútbol.)
Nos han tratado maravillosamente bien los mexicanos. Mañana regresamos a Nueva York, y talvez pasado mañana empiezo a contar nuestras aventuras, descubrimientos y calurosos contactos humanos. Hoy vamos aprovechar este último día para ver y aprender un poco más de esa inmensa y hospitalaria ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario