
My rating: 5 of 5 stars
Padura entreteje tres historias que nos obligan a encarar las tinieblas más espeluznantes de las luchas revolucionarias de ayer y hoy: la del revolucionario Liev Davidovich Trotski (n. Ucrania 1879, muerto en México 1940); de su asesino, el comunista Ramón Mercader (n. Cataluña, 1913), y de un joven cubano, Iván Cárdenas Maturell (n. 1949 o 1950), cuyo descubrimiento de la relación entre esos dos hombres llega a ser una obsesión que le socava la fe no solamente en la revolución, toda revolución incluyendo la cubana, sino también en su propio valor y vida. La vida de Trotski está muy documentada, y Padura nos presenta una crónica real y metículosa de ella, desde su exilio de la URSS en 1929 hasta el asesinato. Si algo ha inventado, serían algunas conversaciones con su mujer, Natalia Sedova, y lo que le pasaba por la cabeza en su breve pero intenso y furioso romance con Frida Kahlo. En la vida de Mercader, y cómo un joven comunista muy idealista fue convertido en un robot para matar, ha tenido que imaginar conversaciones y entrenamiento y su torcida relación con su madre — una comunista despiadada y posiblemente loca — y con su maestro y entrenador, el soviético "Kótov". El encuentro entre el envejecido y muy enfermo Mercader, bajo otro alias, con el joven cubano Iván en 1977, es el invento que une las tres historias, en una visión descorazonadora de todas las ilusiones revolucionarias, contaminada por la irreprimible compasión que Iván llega a sentir hacia "el autor de uno de los crímenes más impíos, calculados e inútiles de la historia", el hombre que podía matar porque no podía no obedecer, y que al final tiene nada que amar salvo sus perros.
View all my reviews