
Bajo uno de los cipreses del cementerio de una pequeña ciudad en el sur de España, un arquitecto recibe la primera intuición de la pasión y sangre que empapan un viejo palacete abandonado -- un palacete que él está encargado a derrumbar para construir una obra nueva. En un relato que te engancha desde el primer momento y no te suelta hasta su conclusión 60 páginas más tarde, viajamos desde las preocupaciones cotidianas de un profesional en la especulación urbanística de la España moderna y más o menos tolerante, para remontarnos al mundo de extrema intolerancia y represión de la dictadura franquista. Esa cruenta dictadura ha dejado fantasmas en toda España -- heridas nunca sanadas, angustias e injusticias calladas por miedo y el pavor de las sombras que pueden todavía ocultar a los esbirros. Y son fantasmas -- productos de su imaginación, tal vez, o verdaderos espíritus inquietos -- que revelan al arquitecto-narrador una historia de amor prohibido entre dos muchachos, y la terrible venganza del padre de uno de ellos.
La narrativa mantiene la tensión, estimula un deseo casi jadeante para saber qué pasará en las próximas páginas, y en momentos provoca un verdadero escalofrío. Y tiene otro mérito esta breve novela -- sus descripciones de los espacios, del cementerio o el palacete o hasta el rellano de escalera frente a la puerta de lo que puede ser uno de los fantasmas, son tan reales que te hacen sentir que estás en ese lugar.
Viciana es también autor de la novela El engaño del general (2004), otra narrativa en dos pistas cronológicas (el presente y pasado, en este caso, un episodio de la guerra civil en 1936), además de obras profesionales de geografía.
Para nuestro resumen y comentario de El engaño del general, pincha Pequeña biblioteca comentada)
Pincha aquí para una foto y entrevista a Alfonso Viciana.
Imágen: Camino con ciprés bajo cielo estrellado de Vincent van Gogh.
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