Así rezaban los carteles en Bilbao, de donde regresamos ayer, pasando por la T4 (Terminal 4) del aeropuerto de Barajas, Madrid, donde ayer saqué la foto arriba de los escombros del aparcamiento. Zorionak -- "Felicidades" en la lengua euskera del País Vasco. En esos escombros, producto de la bomba que puso ETA el 30 de diciembre, quedaron enterrados los cadáveres de dos hombres ecuatorianos que no tenían nada que ver con las reivindicaciones de ETA, y también las esperanzas de casi todos los españoles incluyendo la mayoría de los vascos de que finalmente podría haber zorionak en ese sufrido país. De todos nosotros que habíamos pensado que el "alto el fuego permanente" que había declarado ETA era e iba a ser realmente permanente.
Pero ¡qué estupidez! Es decir, si realmente lo que ETA quiere es lo que dicen querer, que es un país independiente, gobernado por los vascos (un país que comprendería a 4 provincias de España y 3 de Francia, y con muchísima gente que no lo quiere sino preferirían seguir siendo españoles o franceses). Si la idea fuera ganar mayor autonomía, que lo busquen por las vías legales y democráticas, como han hecho los catalanes! Como dice Iñaki Gabilondo (vasco de San Sebastián, además de respetadísimo periodista español), en un país democrático como es España hoy, y en una región tan próspera como es el País Vasco, nada justifica ni remotamente el régimen de asesinatos, "impuestos revolucionarios" y kale boroka con que ETA infunde el miedo y la parálisis del espíritu dentro y allende sus pagos.
Mañana quizás os cuento otras cosas de nuestra visita a Bilbao, una pequeña ciudad muy hermosa y de gente -- hasta donde puede conocer un visitante de poco tiempo -- encantadora y acogedora. Les deseo mucho zorionak, aunque veo difícil que lo consigan pronto, ya que ETA ha retomado las acciones que han sido tan desastrosas por 47 años.
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